Duele su ausencia, como mil alfileres en el pecho.
Me quema. Escuece el recuerdo de quien te amó.
Los ojos se humedecen, sin llegar al llanto, pues el amor se llora con silencioso respeto.
La noche es silenciosa y mala compañera, solo se alía con la soledad.
Soledad que me desgarra el pecho y destroza mi interior.
Hace trizas mi corazón, lo rasga y aprieta en un pulso de dolor.
Si, duele. Echarte de menos en secreto duele... Y solo las saladas lágrimas en soledad, me curaran otra noche más.
David Torres