Estalla en mi pecho con el dolor de mil alfileres clavados.
Recuerdo tu nombre y mis ojos se humedecen,
de tristeza, dolor y desamor.
Recuerdo tu nombre, pero no puedo recordar mucho más.
Jamás tus caricias, tu sonrisa o el sabor de tus besos.
No, eso no lo olvidaré, porque nunca lo tuve ni lo tendré.
David Torres
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